Parte II Los humanos en Sephiroth

Era Renacimiento
Leopoldo VII trajo una nueva época de prosperidad en su reinado de veinte años, así como innovaciones tecnológicas en cuanto a agricultura, educación y justicia. Fundando el pueblo Llanura del Caballo Salvaje; centro agricultor del reino, La abadía de las Santas Virtudes; cúspide de la educación y la asamblea de Iudesca, creada como un espacio para establecer las leyes y observar el cumplimiento de las mismas. También estableció un castillo secreto al este de ciudad Oso Pardo a las faldas de la montaña Dragón. Fundó Puerto Sirena, al principio un puerto pesquero, pero más tarde se convertiría en el centro comercial del continente. Mandó exploradores por todo el continente para cartografiarlo y mantuvo una relativa alianza con los Djinn durante casi todo su reinado, el cual termino entre una guerra con los Djinn por diferencias religiosas. Los últimos dos años de su reinado fueron manchados por los dos ataques de los Djinn a la abadía de las Santas Virtudes, quienes atacaron por mar, cruzando el mar Sombra Luminosa al este de la abadía y atravesando el bosque Cuervo al noreste para un ataque terrestre. Dicho ataque fue reprimido por las mismas fuerzas armadas de la abadía, encabezadas por Santa Frida de Bohort, sin la necesidad de la intervención de la Real Armada Siete, lo que elevó el poder y prestigio de la abadía, pues no sólo era un centro educativo, sino también un centro de entrenamiento básico. Durante esa época, ya en los últimos días del rey, se tuvo el primer contacto con los extranjeros, los Jötnar o Gigas como los llamaron los humanos, arribaron cerca de Puerto Sirena desde Hod, el primer contacto causo varios conflictos y temores, debido a la estatura de los Jötnar (entre los 2,40m y 3m) sin contar el hecho de no entender su lenguaje y poseer costumbres demasiado bruscas para los humanos. Pero la ya entonces anciana Santa Frida de Bohort solicitó al rey la oportunidad de interactuar con los Gigas antes de actuar militarmente, pues los Gigas actuaban de una manera peligrosa para la estabilidad recientemente forjada en el reino. Al llegar al campamento Santa Frida de Bohort, acompañada por su discípula Luna de Bors, solicitaron audiencia con el líder del grupo, hablando la lengua de los Jötnar, lo cual sorprendió tanto a los Jötnar como a la guardia humana que las acompañaba. Estableciendo así un canal de dialogo que termino con un intercambio cultural que enriqueció a ambas razas, donde los humanos adquirieron conocimientos básicos de navegación y los Jötnar en agricultura, pues eran un pueblo totalmente pesquero y recolector. Además se estableció que los criminales más peligrosos serían enviados a Jötunheim, la ciudad prisión de Hod. El rey Leopoldo VII engendró a tres hijos, Arthu, Leopoldo VIII y Margaret. Arthu el mayor muere a los diez años por fiebre, cuando su hermano Leopoldo alcanza la mayoría de edad (19 años) sube al trono y se desposa con la joven Sarah, pero tanto ella como su hija mueren durante el parto (ella solo tenia 14 años). Su reinado comienza con la alianza comercial con los Djinn, lo cual la asamblea de Iudesca desaprueba, debido a que la historia les había enseñado a no confiar en el pueblo Djinn. Después el joven conoce a Chrish-Shana con quien engendra a Elizabeth, lo cual Leopoldo VIII desaprueba pues esperaba un heredero varón, lo cual lo lleva a obstinarse. A los dos años de alumbramiento Leopoldo VIII inicia una revolución, pues piensa desligarse de la asamblea de Iudesca y pone en peligro la estabilidad del imperio, los sabios de la asamblea de Iudesca también hacen su movimiento, pues consideran que los poderes de la corona ya no deben recaer en un sólo individuo, promueven una reforma contra la monarquía y la estabilidad económica del imperio comienza a decaer. Con el apoyo de Chrish-Shana de lado de la asamblea de Iudesca, Leopoldo VIII toma represalias y se divorcia de ella destituyéndola de sus derechos (lo cual enfada al pueblo) y Leopoldo VIII toma por esposa Marie, bajo el consejo de Abdel Fattâh, embajador de los Djinn. Esto divide una vez más al pueblo y Leopoldo VIII lanza varios decretos que someten bajo su yugo tanto al pueblo como a Iudesca. Con Marie, Leopoldo VIII engendra a su primogénito varón Leopoldo IX. Lo que ocasiona una tregua en su batalla contra el pueblo, pero inicia una guerra imprudentemente contra los Jötnar (en contra del consejo de la asamblea Iudesca) la cual pierde estrepitosamente por la superioridad de la fuerza naval de los Jötnar, que saquearon y destruyeron todo el oeste del reino humano. Iudesca es la que logra por medios políticos establecer la paz, pero los Jötnar piden un alto precio para mantenerla, el encarcelamiento del rey, Leopoldo VIII se opone rotundamente y pide la ayuda militar a su alianza con los Djinn, la cual le sería dada si entregaban el 70% del imperio a los Djinn. Acorralado, pues en ambas opciones tarde o temprano caería, Leopoldo VIII opta por la noble opción del suicidio. Es entonces que Iudesca toma el control del imperio y restablece el orden bajo un senescal.

Sigue la Era Dorada.

los humanos en Sephiroth Parte I

Era oscura
Los seres humanos en sus primeros días se agruparon en tribus primitivas que vivían en cuevas y sobrevivían de la caza y la recolección. Después del gran castigo de Eolo sólo quedaron siete tribus (Ursus maritimus tyrannus, Aquila chrysaetos, Sus scrofa, Corvux corax, Equus slepnir, cuniculus, canis lupus) que constantemente luchaban entre sí, esto fue aprovechado por los Djinn y con una ventaja armamentista tomaron el control del continente, subyugando a la humanidad por varios años, hasta que la diosa Atenea descendió de los cielos y unificó a los clanes, quienes se levantaron en armas en una batalla épica contra el castillo Wybern, fortaleza de los Djinn, construida por humanos. Después de casi devastar a los Djinn emigraron a oeste del continente y establecieron la fortaleza Siete Tribus, pero pronto comenzaron las disputas entre los lideres de las tribus por el liderazgo absoluto. Una vez más la diosa descendió de las alturas, pero esta vez con furia en su mirada. Convocó la diosa a una cruenta batalla de habilidades para nombrar al gobernante de los humanos, cualquiera con aptitud podía aceptar el reto, pero el precio por el fracaso era la muerte, de los cien humanos participantes, sobrevivieron sólo cinco y uno de ellos, Constantino el mítico de la tribu Ursus, fue nombrado el primer rey humano. Hecho su trabajo la diosa regreso a los cielos.

Era Ateneica
Constantino El Mítico inició la construcción de la Atalaya Erisiptolis Atenea (hoy Torre del Silencio de los Sabios, centro de la abadía de las Santas Virtudes) en honor a la diosa y como un medio de defensa contra la amenaza Djinn. Le sucede al trono su hijo Constantino II El Demonio, llamado así por su crueldad, intentó destruir lo que quedaba de la civilización Djinn, pero cabalgando hacia territorio Djinn lo mató un rayo, lo cual se interpretó como disgusto de la diosa. Leopoldo I El Prudente, hermano de Constantino II tomó la corona para sí mismo y fue bendecido por la diosa, pues gozaron durante su reinado de paz y prosperidad. Con Leopoldo II El Expansionista comenzó la era de exploración de la humanidad, fundando seis pueblos nuevos, y lo que en un principio fue un fuerte que alojaba a algunas tribus, se había convertido en una ciudad-fortaleza. Mandó fortificar la Atalaya Erisiptolis Atenea y los muros primitivos del fuerte (ahora más grande) en sus últimos años vivió tres ataques de los Djinn, perdiendo pueblo Conejo por completo y muriendo en batalla junto con el futuro rey Eduardo. Le sucede Edmon El Conquistador que muere por una herida de batalla infectada, no sin antes expulsar a los Djinn del territorio, recuperando pueblo Conejo y el sur de la Península de la Oscuridad. Da paso a su hermano Cristian El Caudillo Negro, que junto con Néstor (su amante) mantienen al marguen a los Djinn gracias a la creación de la primera armada humana totalmente equipada y entrenada La Armada Siete, creando también el Código de Lealtad a la Corona, y utilizando como base de operaciones y entrenamiento la Atalaya Erisiptolis Atenea. El hermano de Cristian, Britan, sube al trono muy viejo y al los dos meses muere de edad, le sucede Leopoldo III El Explorador, quien logra llegar hasta la montaña Dragón y las cascadas de la Luz en donde se le manifiesta Atenea en sueños. Durante su reinado Néstor (que aún vive) es quien se ocupa de la defensa de la frontera. Leopoldo III vive sin preocupaciones al igual que sus hijos, explorando el continente, al morir junto con sus dos hijos Julián y Charles en un viaje al bosque Cuervo (asesinados por Djinn) su nieto Brian I le sucede al trono, pero este muere por la peste a la edad de 20 años. Es entonces que comienza un conflicto, pues el primo de Brian I, Leopoldo IV, es menor de edad y no hay quien gobierne, pues Néstor, el único en quien confían para esta tarea se encuentra en las fronteras. Uno de los Duques (descendientes de los otros cuatro sobrevivientes de la competencia de la diosa) toma la corona para sí mismo y se auto-nombra Brian II El Regente. Al acercarse la mayoría de edad de Leopoldo IV, crece la tensión entre el joven y su regente, comienza una lucha de poder entre ambos que termina con la decapitación de Brian II, lo cual divide al pueblo y deja una cicatriz profunda entre los duques y el rey, esto termina en una guerra civil que dura 19 años, la guerra comienza con el asesinato de Néstor, lo que hace que la humanidad se divida en tres bandos, el rey y sus fieles, los duques y sus fieles y el ejercito fiel a Néstor que trataba de instaurar la paz entre ambos y al mismo tiempo detener cualquier invasión Djinn. Esta guerra ocasionó el debilitamiento de las fuerzas militares humanas, sin contar con la devastación provocada por una segunda peste, que se llevó la vida de Leopoldo IV y su hijo Leopoldo V. Leopoldo VI El Sabio, era el joven nieto de Leopoldo IV, que a la edad de diez años termina con la guerra civil abdicando al trono y cediéndolo a Curtis IV (Un Duque) con la condición de unir las familias con alguno de sus futuros hijos (lo cual nunca ocurre) Curtis IV fue la ultima victima de la peste y le sucede su hijo Curtis V quien reina durante cinco años y abdica al trono, tomando su lugar Brian III quien sufre constantes derrotas de mano de los Djinn, la inconformidad del pueblo se acrecentó y existió la amenaza de una nueva guerra civil. Es entonces que el pueblo reclamó el regreso de la vieja dinastía y sucede el milagro Ateneico, aparece una nueva señal de la diosa. En la Atalaya Erisiptolis Atenea junto a la tumba de Leopoldo VI El Sabio, aparece una estatua de Atenea sosteniendo una gema y con la inscripción “aquel que logre tomar la gema es digno de ser rey” muchos lo intentaron comenzando por Brian III, quien renuncio a la corona después de fracasar, pero fue el nieto de Leopoldo VI, Leopoldo VII El Ungido por la diosa, quien logró obtener la gema, que fue nombrada “La mirada de Atenea”. Acto inmediato a su coronación disolvió la congregación de los Duques. Como tributo a la diosa mandó edificar en la Atalaya Erisiptolis Atenea cuatro enormes torres y por medio de la influencia de Santa Frida de Bohort la convirtió en la Abadía de las Santas Virtudes, también fue él quien fundó Ciudad Oso Pardo convirtiéndola en la nueva capital del reino humano, dejando como cuartel del ejercito la fortaleza Siete Tribus.

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