18 de julio de 2011

R-OH No fue un accidente...


Hoy y siempre están aquí, convencido estoy de que no fue por accidente...
Los años han pasado y aún siguen aquí, latiendo dentro de mí
y en esas horas de soledad y desesperación siento su calor, sus manos llenas de amor en mis hombros...

Y los recuerdo entonces fluyen de ese tejido cerebral hacia el corazón...

Bajo al amparo de un árbol pasábamos las horas conversando,
Soñamos despiertos en días de verano un futuro que nunca llegó,
con esperanzas de jóvenes pueriles que en su ansia pudieron comerse al mundo.
Muchas horas compartimos las alegrías que la vida nos brindó, pues la puerta del futuro se abrió ante nosotros tan ancha como el horizonte mismo...
Y lloramos juntos la amargura de la vida, pues crecer nos supo amargo, madurar fue más duro, pero delicioso...

En tardes de lluvia nos preguntamos, siendo tan diferentes, cual fue la razón de encontrarnos, siempre intuimos que fue un accidente, nunca supimos la respuesta, realmente nunca nos importó, nos importaba más estar juntos y lo que juntos lograríamos. Fuimos dioses, fuimos sólo jóvenes que se toparon e identificaron parte de su alma en los otros.

Creímos, ilusos, que caminaríamos siempre juntos por el mismo sendero, más la vida nos arrebato nuestra presencia lentamente y sin darnos cuenta.

Ahora sé la respuesta, no fue accidente el encontrarnos,
nos hemos encontrado una y otra vez a través de los años y las vidas,
estamos destinados a ello.

Lejos uno del otro, pero siempre en el corazón de los demás,
mis amigos, a donde los ha llevado la vida, no lo sé, pero sé que siempre estamos juntos.

R-OH No fue un accidente...

Y te siento lejos...


Son tus ojos dos ventanas entreabiertas de esperanza
Iluminando mis escondidas y desesperadas lágrimas de mi alma,
deseándote a mi lado lucho día a día
pero aún te siento lejos

Una a una pasan cargadas de ilusión las horas que espero para verte
Gota a gota se derraman mis alegrías en tu piel,
En tus manos se esconden las caricias, que en secreto aún me dicen "te amo"
En tus besos ocultos me pides que me quede

No puedo hacerlo
No puedo hacerlo
pues aún te siento lejos

Apretado bajo mi puño el corazón se aflije
No puedo hacerlo, no puedo hacerlo, pues aún te siento lejos

Mi voluntad se doblega bajo las llemas de tus dedos
Bajo el deseo de tu voz, mi sangre corre
No sé si debo hacerlo
No sé si he hacerlo, pues aún te siento lejos

anhelo, sueño y siento
No sé si debo hacerlo
No sé si debo hacerlo
pero aquí estoy y aún te siento lejos...

15 de julio de 2011

Iyarí


Viaje místico buscando un corazón
al país donde los ancestros se encuentran con el Sol,
Kauymalí, saeta certera y sagrado mensajero
recorre bajo tierra el inescrutable desierto,
en la tierra de dioses antiguos, ocultos
donde se olvida lo moderno

consume el corazón de los ancestros
Canta el épico viaje,
la revelación se acerca
al deleitar la divina planta.
La alucinógena realidad se altera con la visión de Iyarí
con la sangre del peyote
devorando el corazón del venado,
vive el deseo de los dioses...